miércoles, 12 de septiembre de 2007

Entscheidungen


Cuando la evolución selecciona a sus agentes, hay que pagar un precio. Exige sacrificios a cambio de la singularidad y puede que tengas que hacer algo que vaya contra tu forma de ser. De repente, ese cambio en tu vida, que debía ser maravilloso, se convierte en una traición. Puede parecer cruel, pero la meta es ni más ni menos que la autoconservación, la supervivencia.
Esa fuerza, la evolución, no entiende de sentimientos. Al igual que la noche, solo conoce la cruda realidad de la lucha entre la vida y la muerte. Y lo único que puedes hacer es confiar en que una vez hallas servido a sus fines con fidelidad, te quede algún atisbo de la vida que conocías...
Porque el ser humano, por triste que parezca, y como el resto de animales, siempre actúa conforme a sus propios intereses... y es que es normal, engañarse a uno mismo ya forma parte de la autoconsevación...

1 comentario:

Anónimo dijo...

La evolución es un proceso imperfecto y a menudo violento. La moralidad pierde su significado. La diferencia entre el bien y el mal se reduce a una simple elección.
Sobrevivir o perecer.


Me encanta la actualizacion

lOUr