sábado, 15 de marzo de 2008

Si no te gustan tus cartas, no sigas el juego...


Todos nos mentimos a nosotros mismos, nos decimos que controlamos nuestro destino, que podemos influir en nuestros hados. Pero... ¿realmente podemos elegir cuando elevarnos... o cuando caer? ¿O hay alguna incierta fuerza más poderosa que nosotros que nos empuja en cierta dirección? ¿La evolución nos lleva de la mano, nos apunta la ciencia la dirección correcta? ¿O es Dios que interviene, y nos salva de esa evolución?

A pesar de todo su alardeo, no es potestad del ser humano elegir su hora de triunfo. Lo único que se le permite elegir, es como afrontar la llamada del destino... Sólo puede esperar y rezar para estar a la altura, cuando tenga que responder a ella.

Ya que nosotros, no elegimos nuestro destino, él nos elige. Y la gente que nos conocía... no pueden comprender hasta qué punto hemos cambiado. No pueden comprender cuánto pierdes al fallar. No pueden comprender que eres una herramienta precisa, y que la suerte de la vida reposa en tus manos.

Salud!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! muy filosofico el posteo de hoy, no?? es una pregunta interesante, hacemos nuestro destino o simplemente ya está escrito? somos libres o determinados?? lo q hemos perdido era realmente porque había algo mejor, porque no supimos conservarlo o por miedo... al igual que el futuro, nos equivocaremos al elegir o forma parte del juego?

Demasiadas preguntas sin respuesta, demasiadas para un comentario...

Ya queda menos, ánimo 5/7!!

Ciao.

Anónimo... porque somos anónimos o no lo somos? lol, ya he caído en las redes de la filosofia...

Anónimo dijo...

ah... ahoar que hablas de cartas, y de destino, te dejo una frase de "El testamento Maya":

"Ninguno de nosotros tiene el control de las cartas que nos han repartido. Lo que tenemos es la responsabilidad sobre cómo jugar la partida"

No abandones el juego, cambia de estrategia ;)...

Inversa.