martes, 28 de junio de 2011

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

Jaime Gil Biedma, "Poemas póstumos" 1968

1 comentario:

Anónimo dijo...

El final de una vida indica el comienzo de otra, o eso dicen.
Morir anciano, poder cerrar los ojos y ver todo lo vivido y todo lo que puedes dejar, descubrir k varias familias han surgido de tí y ver que siempre vas a vivir en ellas, eso no tiene precio.


una breve reflexión de tu nina!
muaks