Resulta que el viejo Sísifo fue condenado a llevar una piedra a lo alto de una montaña, para justo cuando estaba llegando a la cima ver como se le resbalaba de entre las manos y rodaba ladera abajo, de forma que tenia que empezar de nuevo con el trabajo, esa era su condena. A menudo se nos imploran tareas tan arduas como la que le fue encomendada a Sísifo y a veces podemos llegar a pensar que ciertos fracasos son ineludibles, no siempre es así, nada esta escrito ni predeterminado. Es más, la excusa mas cobarde suele ser culpar al destino.
A veces un rallo de felicidad, un destello de luz se cruza por tu camino y hace que cambie tu mentalidad, sucede a veces..
Salud y sed felices
2 comentarios:
Esta bien, pero q muy bien q eso suceda.... :)
Animo Raul, que eres un crack y de los grandes!
Un beso!
Ay raúl! me gusta ese halo de positivismo y optimismo que muestras en esta última entrada, lo irónico esque la has escrito en un momento en el que yo no estoy especialmente optimista...jeje
A pesar de ello te intentaré dar la razón porque hace un mes lo habría hecho sin dudar... siempre quedará un destello de luz que nos hará felices.
un beso y ánimo! :)
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